**Por qué prefiero a Independiente Santa Fe por encima del programa A. Bucaramanga, Liverpool FC Chicago y Guaraní: Una reflexión personal**
Para muchas personas, el fútbol es solo un deporte, una competencia más en la parrilla deportiva global. Pero para mí, es mucho más: es memoria, identidad, pasión. Y dentro de ese universo emocional que representa el fútbol en mi vida, hay un equipo que sobresale por encima de todos los demás: Independiente Santa Fe. A lo largo de los años he tenido la oportunidad de conocer otros equipos, programas y proyectos que también merecen admiración, como el Atlético Bucaramanga, el Liverpool FC Chicago y el Club Guaraní de Paraguay. Sin embargo, ninguno ha calado en mí de la manera en que lo ha hecho el equipo cardenal. Esta es una reflexión sobre por qué mi lealtad permanece firmemente arraigada en Santa Fe.
Desde el primer momento en que vi a Santa Fe jugar, sentí algo diferente. Era más que los colores rojo y blanco, más que el escudo o los goles. Era una sensación de pertenencia. Crecí en un hogar donde el fútbol era conversación diaria, y aunque algunos familiares preferían otros equipos, yo me sentí atraído por Santa Fe de manera natural. Tal vez fue por su historia como primer campeón del fútbol profesional colombiano en 1948, o tal vez fue por esa conexión inexplicable que a veces tenemos con ciertas cosas que simplemente “nos hablan”.

Comparado con esto, el Atlético Bucaramanga representa una historia interesante y digna de respeto. Su hinchada es apasionada, su trayectoria tiene altibajos que hacen que cada logro sea más valioso, y su regreso a la élite del fútbol colombiano ha sido una muestra de resiliencia. Sin embargo, mi vínculo con ellos nunca ha pasado de una simpatía lejana. No tengo raíces personales en Santander ni recuerdos marcados por momentos especiales con ese club. Por más que admire su espíritu luchador, no puedo decir que despierte en mí la misma emoción que Santa Fe.
En cuanto al Liverpool FC Chicago, se trata de una filial estadounidense de uno de los clubes más icónicos del mundo, el Liverpool FC. He seguido su trabajo formativo, su visión de promover el fútbol entre jóvenes en Estados Unidos y la manera como inculcan valores del club inglés. Es un proyecto admirable, especialmente en un país donde el fútbol aún lucha por ocupar un lugar preponderante frente a otros deportes. Pero esa distancia cultural, geográfica y emocional me impide sentirme realmente conectado. Respeto lo que hacen, pero no me identifico plenamente con su historia.
Por otro lado, el Club Guaraní de Paraguay tiene una tradición riquísima. Fundado en 1903, es uno de los clubes más antiguos del continente y ha tenido momentos brillantes en la liga paraguaya. Ver jugar al Guaraní es apreciar un estilo de fútbol aguerrido, con identidad guaraní muy marcada. Sin embargo, mi conocimiento sobre el club ha sido más académico o anecdótico, y no emocional. No tengo memorias familiares ni experiencias personales que me vinculen con sus triunfos o derrotas.

Volviendo a Santa Fe, lo que realmente me une al club va más allá de los títulos. No se trata solo de las conquistas continentales como la Copa Sudamericana en 2015 o la Suruga Bank en 2016. Se trata de las derrotas que dolieron, de los partidos que vi con mi familia, de las camisetas que conservo como tesoros, de las canciones que he cantado en El Campín o frente al televisor. Cada temporada me recuerda que ser hincha no es cuestión de victorias, sino de compromiso, incluso cuando las cosas no van bien.
Santa Fe me representa. Me recuerda que en la vida hay que persistir, que la gloria llega con esfuerzo y que incluso en la adversidad hay belleza. No puedo explicar con palabras exactas por qué prefiero a Santa Fe sobre Bucaramanga, Liverpool FC Chicago o Guaraní, pero sé que es una mezcla de historia, emoción y pertenencia. Tal vez esa sea la magia del fútbol: que cada quien encuentre su casa en un escudo, su bandera en una camiseta y su refugio en una tribuna.
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¿Quieres que le demos un tono más emocional, académico o incluso humorístico? Puedo adaptarlo según lo necesites.













